El pan es uno de los cinco productos indispensables en la canasta familiar de los colombianos. Por su sabor, tradición, accesibilidad y versatilidad este producto no cede lugar dentro de los alimentos más consumidos en el país, donde a pesar de la pandemia no se dejó de vender este producto en tiendas, panaderías y supermercados.
Así está el pan en Colombia
El pan es y seguirá siendo un producto indispensable en las mesas de los hogares de las diferentes regiones de Colombia. Así lo demostró una investigación publicada por la firma de estudios de mercado Kantar, donde, según resultados, el 98% de las familias colombianas compran pan durante todo el año, resaltando que su promedio de compra es de cada 13 días.
Esta investigación destaca además que en cuanto al tamaño, las personas adquieren un promedio de 408 gramos, algo así como una bolsa mediana. Asimismo, sobresale que los encuestados invierten en este producto unos $3.206 y los días preferidos de compra son los sábados y domingos, seguido en orden por el lunes.
En cuanto a categorías de pan colombiano, el plan blando o aliñado lidera el índice de preferencia con un 39%, seguido por el pan seco con un 22%, pan tajado tipo sándwich con el 20% y el pan tajado sándwich especial con el un 11%.
Oportunidades para el sector luego del confinamiento
En esta nueva normalidad es fundamental que los panaderos y pasteleros convencionales aprendan sobre el mercadeo digital y, aunque estaban acostumbrados a que el cliente siempre iba a los establecimientos, a partir de la pandemia surge una nueva realidad que exige que el panadero conozca sobre marketing digital, que trabaje las redes sociales y canales transaccionales donde el consumidor se pueda autogestionar. El éxito está en adaptarse al cambio.
A parte del mundo digital, nacen nuevas oportunidades de producto a causa del cambio de estilo de vida. Cada vez la gente está más consciente de lo que consume y busca una alimentación más nutritiva y coherente con el bienestar y el equilibrio. Ante esto, las panaderías y las pastelerías deben empezar a ofrecer productos que se ajusten a ese equilibrio y bienestar.
Las panaderías tradicionales ya no pueden quedarse vendiendo solo pan rollo, blandito o roscones, sino, que deben brindar nuevas propuestas que sean ricas en cereales, ingredientes y que proporcionen nuevos grados de acidez para diferentes momentos de consumo. Lo que refleja que la nueva tendencia es la variedad y la flexibilidad del panadero de aprender nuevas formas y técnicas que satisfagan las necesidades del consumidor.
Por otro lado, está el precio. La gente está dispuesta a pagar más dinero por calidad, buena presentación y un local agradable, para lograrlo, es fundamental comenzar a educar al consumidor en este producto, sus propiedades nutricionales y beneficios en los diferentes momentos del día. Y para resaltar, en este momento muchas personas sigues trabajando desde la casa, lo que brinda una oportunidad de oro a los panaderos para que posicionen sus productos.
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