En 2022, la inflación en Colombia fue la más alta de la Alianza del Pacífico y Brasil. En nuestro país fue 13.12 %,en México 7.82 %, en Chile 12.8 %, en Perú 8.5 % y en Brasil 5.9 %.
La principal razón de esta desalineada fue el aumento muy pronunciado del precio de los alimentos, con 27.81 %. Ello no solo se explica por factores climáticos o por el aumento en los precios de los agroinsumos.
Hay una razón más potente y son las secuelas de los bloqueos y revueltas del 2021 que arrasaron con la producción avícola, colapsaron el transporte de ganado y ocasionaron pérdidas de miles de toneladas de comida y de miles de litros de leche que no pudieron llegar a los sitios de abastecimiento de las ciudades al quedarse represadas en las carreteras.
El Banco de la República estableció que las secuelas de los bloqueos viales explican gran parte del aumento en los precios de los alimentos entre abril de 2021 hasta julio del año anterior.
El Banco de la República ha subido fuertemente las tasas tratando de controlar la inflación por demanda. Hoy, la tasa de usura es del 43.26 %, una exageración. Ello puede precipitar una recesión sin que se garantice el control de la inflación: por ejemplo, entre los ítems que más subieron de precio el año pasado y que arrastraron hacia arriba el IPC se destacan el arroz con aumento del 54.1 %, la carne de res 20.2 %, productos de aseo del
hogar, 37.9 %, la leche, 36.7 % y la electricidad con aumento del 22.4 %.
¿Con subir los intereses en forma generosa se logrará menguar la demanda por esos bienes? Sin duda hay problemas muy graves de oferta que impactan el nivel general de precios, como por ejemplo el lamentable estado de muchas de nuestras carreteras a causa de las fuertes lluvias.
El panorama inflacionario para este año no es halagüeño porque ya entraron en vigencia en la cuesta de enero, elementos como el impuesto al consumo de 8 % para servicios en restaurantes, arancel de 40 % a la importación de confecciones e impuesto de 14 % a tiquetes aéreos, eliminación de ciertos beneficios tributarios al sector hotelero, severos problemas de abastecimiento de productos agropecuarios provenientes del sur del país, y el aumento de 16 % en el salario mínimo.
Los costos laborales también sufren un fuerte reajuste. En este año a los empresarios les resultará particularmente costoso contratar nuevo personal. El cuadro adjunto es ilustrativo respecto al incremento en los costos de contratación de mano de obra, que afecta con mayor rigor a las Mipymes.
Pueda ser que el clima laboral no continúe deteriorándose pues de lo contrario el desempleo y la informalidad volverán a elevarse de manera rampante en el presente año.
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