De manera empírica, con poco conocimiento del tema, pero con muchas ideas y sueños, proyectándose hacia siempre hacia el éxito. Así, como nacen la mayoría de los emprendimientos, inició hace seis años Marielis Vale su empresa, MV Diseños. Y pese a las dificultades, en medio de una pandemia y una severa crisis económica que la obligó a salir de su amada Venezuela, encontró su lugar en el municipio de Itagüí, donde se instaló desde hace un año y en febrero pasado constituyó legalmente su empresa. MV Diseños se encuentra en el Centro Comercial Itagüí, donde brinda servicios de personalizados, estampados para dotación empresarial y en toda clase de artículos, así como rotulado en vinil adhesivo para madera, plástico y vidrio, y mucho más. 
Marielis, ¿cuáles son los servicios que ofrece MV Diseños?
“Contamos con estampado full color, corte con plotter vinil textil y americano, tenemos diseños para dotación empresarial, incluido todo lo que es material para la dotación, buzos, camibuzos, camisetas, gorras, pad mouse, bolígrafos, agendas personalizadas, stickers, todo lo que tiene que ver con el mundo de estampación y personalizado”.¿Cómo fueron los orígenes de la empresa y cómo ha sido el crecimiento?
“Comencé en mi país, en Venezuela aproximadamente hace seis años pintando unas camisetas para mis hijos, pintura al frío, y me llamó la atención que en las tiendas de estampados no trabajaban con pintura al frío, vi estampados muy originales, me gustó y empecé a investigar, invertí en unas máquinas impresoras con tinta en sublimación, la sublimadora, que trabaja con la temperatura adecuada para este tipo de tinta, me adentré en el mundo del mercado de este tipo de estampados y ahí dimos inicio a este sueño”.¿Y en qué momento decidió trasladarse a Colombia?
“En vista de la situación económica en mi país y la inflación, que cada vez estaba más alta, y tomé la decisión de irme para otro país, donde en verdad el negocio pudiera estabilizarse en la parte económica y más concretamente con los materiales y los equipos, a mí se me dañaba un equipo en Venezuela y el costo del arreglo o los repuestos eran demasiado altos. Opté por venirme para Colombia, más exactamente para Itagüí, donde tengo familia, una prima de mi papá tiene un centro de confecciones, ella trabaja especialmente con ropa deportiva, entonces me pareció un trampolín interesante, empecé con ella y a los dos meses comencé a trabajar en mi apartamento, con mis propios equipos, ya la prima de mi papá me hacía encargos y me ubicaba clientes para hacerles estampados. Así, poco a poco, la empresa fue creciendo y ya conseguí un local en el Centro Comercial Itagüí Plaza, a una cuadra de Comfama. Pensé inmediatamente en hacer mi registro de la empresa, como debe ser, porque antes de eso yo iba a centros comerciales a realizar el pedido y me solicitaban el NIT, el RUT, me decían que necesitaban cuentas de cobro y yo no sabía qué decir, por eso me puse en orden y al día con la documentación administrativa”.¿Qué ha representado para usted la pandemia?
“A todos nos pegó duro, si dudas, las ventas no eran como las que acostumbramos a tener. De todas maneras, notamos debilidades y fortalezas de ese tema, a veces reflexiono y hablo con las personas que la pandemia llegó y ha sido muy dura, pero la gente siguió cumpliendo años, siempre hubo fechas especiales, y se siguió vendiendo la camiseta personalizada, la taza, el pocillo… lamentablemente muchas personas murieron y eso también generó algunas ventas de productos con recordatorios de esas personas que ya no nos acompañan. Sin embargo, no se dejó de producir, en menor medida, claro está”.