Según un informe elaborado por la agencia de calificación Moody’s, la moda rebotará este año, pero no será suficiente y continuará un 6,8% por debajo de las ventas que presentaba antes de la pandemia. La recuperación en el sector será lenta y a costa de la rentabilidad, debido al uso de descuentos para estimular las ventas.
Además, la moda se enfrenta a sus propios desafíos. A la caída coyuntural de las ventas por el cierre de tiendas y la contracción del tráfico, se suman otros cambios del momento que afectan particularmente al sector. Las limitaciones a los eventos sociales, el teletrabajo y un miedo generalizado a salir y socializar afectan la demanda de ropa, por lo que cambiarán las preferencias de compra de los consumidores, según Moody’s. Esto resultará en una recuperación más lenta para los retailers de moda y los operadores de moda realizarán, además, fuertes descuentos que mermarán los márgenes.
Por otro lado, la agencia también anticipa que la tendencia hacia una ropa más cómoda y deportiva se mantendrá incluso después de la pandemia, lo que impulsará la recuperación de marcas deportivas, a expensas de las que se dedican a hacer ropa más formal. La velocidad de la recuperación también dependerá de la capacidad de conectar con los consumidores. Moody’s pone como ejemplo a empresas que se han recuperado más rápido de lo esperado por su habilidad de centrarse en categorías que están funcionando bien como ropa cómoda, de hogar e infantil. También ha influido la ubicación de las tiendas en lugares donde sea más sencillo mantener la distancia.
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