La pandemia, los recortes presupuestarios y las duras caídas que han experimentado las economías mundiales, han puesto a los especialistas en marketing bajo presión para atraer nuevos clientes y desarrollar estrategias para mitigar el golpe económico del año. Según nuestra encuesta de tendencias sociales de 2021, el 73% de los especialistas en marketing dijeron que la "mayor adquisición de nuevos clientes" era el resultado principal, el más esperado, para las redes sociales de este año, en comparación con el 46% del año pasado. Mientras los especialistas en marketing compiten por generar nuevos ingresos, también es interesante observar qué es lo que ha bajado en la lista del estudio. Solo el 23% de los marketers mencionaron "mejorar la experiencia del cliente" como un resultado comercial clave para las redes sociales. Y el uso de estas para "mejorar la percepción de los clientes" se redujo al 15%, un descenso preocupante justo cuando se ha dado un gran cambio en el comportamiento y la demanda del cliente en un año histórico. ¿Recuerdas esa acogedora iluminación ambiental que hizo que te quedaras un poco más mientras comprabas ropa? ¿El experto que te ayudó a elegir el producto adecuado sin hacerte sentir tonto? ¿Las sabrosas muestras de la tienda que hicieron que llegaras sin hambre a la cena? Muchas de estas experiencias tangibles que ayudan al cliente a diferenciar a las marcas han desaparecido y las empresas luchan por adaptar su presencia en línea para llenar este importante vacío. Por lo tanto, si bien el cambio hacia tácticas de consecución de ROI a corto plazo es comprensible (y en algunos casos, muy necesario), también es fundamental recordar que la pandemia ha arrasado con el trabajo para mejorar la experiencia del cliente. Y el problema es que las experiencias online que ofrecen la mayoría de las organizaciones son altamente transaccionales, ya que originalmente estaban destinadas a complementarlas en persona, no a reemplazarlas. Las transacciones por sí solas no crean marcas memorables ni crecimiento a largo plazo. Y sentarse a esperar que las cosas vuelvan a la “normalidad” en lugar de construir para el futuro pondrá a las organizaciones en una seria desventaja competitiva. Jason Thomas, jefe de investigación global de The Carlyle Group, predice que “es probable que las disparidades más destacadas dentro de dos años se produzcan entre empresas de la misma industria, ya que algunos equipos directivos se centran en reinventar sus negocios mientras que otros se esfuerzan por volver a los niveles de enero de 2020 solo con pequeños ajustes. También te puede interesar "El sábado es el día que más gastan los colombianos"