Por Fenalco Antioquia Actualmente, en las principales economías del planeta se presenta una ola de precios altos. Países desarrollados y emergentes notan que la inflación se ha trepado a niveles no registrados desde hace décadas, echando por la borda los esfuerzos de los bancos centrales, cuyo objetivo es mantener los precios a raya. Como era de esperarse, una vez las restricciones de movilidad fueran cediendo se presentaría una mayor demanda de productos y un rebote inflacionario por la reactivación económica. Sin embargo, lo que ha sorprendido a muchos países es el ritmo tan acelerado en el costo de vida. Estados Unidos batió récord al registrar el mayor aumento de la inflación en tres décadas, con una variación a noviembre del 6,8%, debido en gran parte al aumento en el precio de la gasolina, el mayor consumo y el alza en los precios de las viviendas.
En la Eurozona
Una situación similar se presenta en los países de la Eurozona, donde el Índice de Precios al Consumidor, IPC, llegó al 4,9 % en noviembre pasado, la cifra más elevada desde 1997. Varias naciones europeas sufrieron un remezón por el disparo en los precios del gas y la energía eléctrica, y por los graves problemas en la cadena de suministro de mercancías a en el plano global. América Latina también ha sentido el coletazo con fuerza. Las mayores economías de la región, como México y Brasil, que sufrieron una fuerte sequía, registran inflaciones del 7,3% y 10,7%, respectivamente, mientras que en Chile el acumulado en doce meses saltó a 6,3%. La mayoría de los países ya doblaron las metas de inflación fijadas por los bancos centrales, razón por la cual desde hace varios meses comenzaron a aumentar las tasas de interés para contener el alza de los precios y enfriar las economías. Colombia no ha sido ajena a este fenómeno. De acuerdo con el
DANE, la inflación anualizada a noviembre pasado llegó a 5,26 %, por encima del rango meta del 4% fijado por el Banco de la República. Los sectores que más han aumentado de precio son los alimentos y bebidas no alcohólicas, con 15,3 % en doce meses. Este sector se vio muy impactado por las jornadas de protestas que se realizaron en el país y que golpearon con fuerza el Occidente colombiano, frenando durante semanas la movilización de mercancías. Muchos precios quedaron por las nubes, como en el caso de las papas, el aceite, los huevos y las carnes. También han repuntado sectores que se vieron muy golpeados durante el confinamiento, como los servicios de restaurante y comidas preparadas fuera del hogar.
¿Y en Medellín?
A partir de mayo, el IPC ha incrementado mes a mes. De acuerdo con el último reporte del DANE, correspondiente a noviembre, se evidenció que la variación nacional anual fue 5,26% y para Medellín fue del 6,79%, lo que indica que el Índice de Precios al Consumidor en Medellín continúa siendo superior al dato nacional. Los rubros que más incidieron en el crecimiento del costo de vida en la ciudad fueron alimentos y bebidas no alcohólicas, con una variación del 13,53%. El segundo lugar lo ocupó la división de restaurantes y hoteles (7,02%), seguido por alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles con un incremento en anual en noviembre del 5,18% y transporte (5,17).
Lo que se espera en inflación
De otro lado, en términos de inflación, tal vez la preocupación más grande para Gobierno, organismos multilaterales y expertos, se prevé que este año cierre en el 5,3% interanual y aumente aún más durante el primer trimestre de 2022, alcanzando un máximo de 6%. La reducción de la inflación será una realidad por cuenta de reducciones de las presiones de los precios de las materias primas y alivio de las interrupciones de la cadena de suministro, a cuenta esto último de la crisis de contenedores.
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