Por Fenalco Antioquia Aún no se ve una salida en el horizonte cercano a la llamada “crisis de los contenedores” y menos para países del tercer mundo, como Colombia, y que es en realidad un problema mundial en la logística de la cadena de suministros del transporte marítimo del planeta. Lo que se estimaba sería un choque a corto plazo ha persistido durante todo el año 2021 y se espera que se mantenga por lo menos durante 2022, debido a que el incremento de la demanda no estuvo respaldado con una robusta capacidad de envío de productos, especialmente para mover las exportaciones de China, principal fábrica mundial. Esta es la crisis con mayor impacto que se ha presentado en el comercio internacional en la historia de la humanidad, entre otras cosas, por el volumen de mercancía que se mueve debido a la globalización y las nuevas tecnologías. Anteriormente, la gente pedía un producto de cualquier parte del mundo y solicitaba que fuera entregado en la puerta de su casa en unos tiempos razonables y a unos precios incomparables, sin embargo, por el momento, esa realidad es historia por los problemas en la cadena logística.
¿Cómo está afectando este escenario a nuestro país?
Colombia es un gran exportador de productos perecederos, como aguacates, banano, frutas consideradas exóticas, café, flores, entre otros; y un gran importador de productos terminados y materias primas para la industria. Es por esto que las dificultades en las cadenas de suministro impactan de manera directa la economía colombiana. Si a esto le sumamos que entre abril y mayo del presente año el país vivió una temporada de protestas y bloqueos que impidió el normal tránsito de mercancías desde y hacia los puertos del país, la situación se complica. Los bloqueos generaron que los puertos se congestionaran y los buques no pudieran descargar la mercancía destinada a comerciantes e industrias, lo que llevó a que se estacionaran por más de un mes en los alrededores o pasaran de largo. Esta inestabilidad social genera que los dueños de las empresas transportadoras no tengan a Colombia como prioridad para la carga y descarga de mercancías, dando prelación a países industrializados. En los países a los que se le está dando prioridad para descongestionar la cadena de suministros esperan que más o menos en 12 meses se esté normalizando el comercio marítimo, en cambio para países como el nuestro dicha normalización no llegará antes de los 2 años. Colombia importa insumos agrícolas, como fertilizantes, que al llegar con precios superiores a los contemplados, así como productos básicos de la canasta familiar, se verán afectados y su precio aumentará notoriamente. También se está viendo el impacto en el cambio de los costos y la disponibilidad de material en la industria de la construcción, ya que la mayoría de los aceros son importados y están entrando al país a costos cada vez más altos y con disponibilidad muy limitada. Si no hay materia prima disponible en los tiempos requeridos por las diferentes industrias se perderán de nuevo puestos de trabajo. En cuanto a las exportaciones, la venta de estos productos se hace antes de la cosecha y se firman cláusulas que requieren la entrega de los productos en unos tiempos específicos para garantizar su calidad, y al no ser esto posible, dicho renglón de la economía también se está viendo afectado.
¿Qué está haciendo Colombia para mitigar el impacto?
Desde Fenalco y otras agremiaciones de empresarios y comerciantes se hizo una solicitud al Gobierno Nacional para mitigar el impacto de los sobre costos en los fletes de productos importados. La solicitud va encaminada al no cobro de aranceles a los productos importados que Colombia no fabrique, por ejemplo los fertilizantes para la industria agrícola, los aceros, entre otros. Varios países han tomado medidas al respecto. En el caso de Ecuador, el Servicio Nacional de Aduana, SENAE, y el Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca, MPCEIP, informaron a los operadores de comercio exterior que a partir del 29 de noviembre del presente año entró en vigencia la eliminación total del costo del flete en la base imponible para el cálculo de los derechos arancelarios. Es decir, las importaciones pagarán menos aranceles e impuestos al ingresar al país. Sin embargo, en Colombia se sigue a la espera que la propuesta sea analizada con prontitud y aceptada con el fin de amortiguar de alguna manera los sobrecostos.
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