Pandemia y reinventarse. Dos palabras que sin duda alguna han sido de las más mencionadas durante los últimos tiempos… la primera, porque con el tema del Covid-19 definitivamente ha cambiado el rumbo de la humanidad, y la segunda, como mecanismo para contrarrestar los severos efectos que ha traído consigo la contingencia mundial, que a la fecha se mantiene vigente. En ese sentido, Ibest Metrología debió cambiar radicalmente sobre la marcha su razón de ser. Su labor de desarrollo de software y tecnología para el sector de la salud se vio abruptamente interrumpida, dadas las circunstancias, y a la fecha se mantiene en pausa. Hablamos con Jonathan Agudelo, el fundador, representante legal, CEO y alma y nervio de la empresa. “El capitán del barco”, como él mismo se define. El año pasado, con el inicio de la pandemia, le apostó a la producción de tapabocas, actividad que, según cuenta, le ha permitido a la empresa mantenerse activa en el mercado.
Jonathan, ¿cuál es la razón de ser de Ibest Metrología?
“Son dos aspectos. En comienzo, nosotros vendíamos equipos médicos y estábamos desarrollando una innovación, que es el desarrollo de software para una línea médica, la de radiología. Pero cuando llegó todo este tema de la pandemia nos tocó reinventarnos y así optamos por adquirir unas máquinas para la fabricación de mascarillas, desde ese momento quedó un poco rezagado todo lo que veníamos haciendo, pero es algo que tenemos pausado y más adelante lo vamos a reactivar. Por ahora estamos dedicados netamente a la fabricación de los tapabocas”.
¿Además de reinventarse, qué otras enseñanzas les ha dejado todo el tema de la pandemia?
“Son muchas cosas… nosotros nunca habíamos trabajado en temas de producción y nos tocó aprender casi a la brava, tampoco habíamos tenido tanto personal a cargo, realmente ha sido empezar un nuevo negocio, prácticamente desde cero. Sin embargo, y pese a la coyuntura, no podemos quejarnos, hemos tenido mucho trabajo, y más que obtener grandes utilidades, hemos logrado consolidar la generación de empleo. A causa de los costos tan altos de las materias primas y la escasez de muchas de ellas, nos hemos visto forzados a darle al cliente un precio para poder competir, en el cual, insisto, no hay un margen amplio de utilidad, pero sí podemos sostener la empleabilidad, que es lo más importante en este caso. Es más, veníamos arrastrando pérdidas y logramos el punto de equilibrio recientemente, finalizando el año pasado”.
¿Cómo les fue el año que recién termina? ¿Y qué esperan lograr en este naciente 2022?
“Nos dejó mucha experiencia, conocimiento, manejo del virus, tanto en el interior como fuera de la empresa, se aprendió a conocer a la gente, a las familias, porque realizamos además un trabajo social importante con personas que trabajan con nosotros, acompañamiento permanente en todo sentido y apoyo económico, fue una experiencia muy bonita. Y para este año, seguir fortaleciendo esta nueva unidad de negocios, llevar nuestro producto a otros países porque tenemos la idea de exportar las mascarillas, a Estados Unidos y a otras naciones cercanas. Y también reactivar nuestras líneas iniciales de negocio, que son la tecnología biomédica y el desarrollo de software que realizábamos antes de la pandemia”.
¿Cómo fueron los orígenes de la empresa?
“Empezamos como lo hace cualquier emprendedor, brindando soporte técnico y asesorías en clínicas y hospitales, vendiendo uno que otro equipo o repuestos para equipos básicos. Luego, en 2012, formamos la empresa como una SAS, y dos años después conformé un equipo de trabajo y empezamos en una línea hospitalaria, la de radiología. Comenzamos a dar soporte técnico, a vender algunos repuestos y equipos, y en 2018 contraté a un grupo de profesionales para realizar desarrollo e innovación de software y estamos en eso hasta ahora. Paramos hace un año y medio, y ahora continuamos desarrollando, pero sin comercialización, seguimos avanzando en conocimientos en esa línea. Y a raíz de la pandemia iniciamos la nueva unidad de negocio, con las mascarillas, que nos ha venido dando el sostenimiento”.
¿Qué diferencia a los tapabocas que ustedes ofrecen a los demás que se encuentran en el mercado?
“Para comenzar, debo decir que las materias primas nuestras son nacionales en su totalidad, con nuestros proveedores decidimos hacer un producto de alta calidad a muy bajo costo. Asimismo, la mano de obra es nacional, con lo cual básicamente estamos apoyando a nuestra industria, eso nos hace diferenciales, la calidad que ofrecemos, y un punto importante es que, si bien nuestros precios no son los más económicos, al menos no representa una pérdida para el negocio ni para la empresa y nos permite seguir generando empleo”.
¿Desde hace cuánto se encuentran afiliados a Fenalco Antioquia y cómo calificaría la experiencia?
“Llevamos dos años y medio, desde
antecitos de la pandemia. La experiencia ha sido grata, nos han ayudado a capacitarnos, aprender de muchos temas comerciales y legales, nos han brindado asesoría constante en temas tributarios, contables y de cobro de cartera. Y aprovecho para agradecerle al
Gremio porque nos han permitido lograr un relacionamiento comercial con nuestros colegas y amigos de los diferentes sectores”.
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