Por: Fenalco Nacional
Colombia debe ponerse a tono con las realidades internacionales: la interpretación del concepto de “política industrial” se ha ampliado a diversos sectores empresariales y no exclusivamente al de la industria.
El BID y otros organismos como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL, han planteado que los sectores de servicios son los que mayor empleo generan pero que a su vez registran alta informalidad.
Esto sugiere que las políticas para mejorar la productividad de la economía deben incluirlos, pues sin servicios más productivos difícilmente la industria podrá ser más productiva.
Lo que tradicionalmente se nombra como “política industrial” también se conoce con otros nombres que tratan de reflejar su amplitud: políticas de desarrollo empresarial, políticas de desarrollo productivo, políticas de competitividad, o políticas de transformación productiva.
Con diversos sinónimos
En el pasado no muy lejano la “política industrial” de Colombia se basó en la protección artificial de los sectores, mediante altos aranceles, licencias de importación, monopolio de la importación de productos alimenticios por parte del gobierno, controles de precios de insumos y otras prácticas que restringían la competencia internacional.
Hoy esas prácticas no son viables porque la idea es tener una inserción activa en la economía globalizada y no una autarquía vetusta que nos condenaría al atraso y nos impediría acceder con nuestra exportaciones a otros países.
Política de Desarrollo Empresarial
En Colombia la “política industrial” moderna debería denominarse Política de Desarrollo Empresarial y su eje debe ser la eliminación de las barreras al desarrollo de las empresas en el país.
La OCDE plantea que la mejora de la competitividad debe basarse en políticas para la innovación en su conjunto, que también se denomina ecosistema (empresas, administraciones, centros tecnológicos, universidades y centros de formación profesional, marco legal y regulatorio de los contratos, especialmente) tratando de manera específica las debilidades entre actividades que impiden una mayor competitividad de productores y distribuidores en los mercados globales.
La Unión Europea trabaja ahora en el concepto de “Especialización Inteligente”, para identificar en el plano regional actividades innovadoras, tecnologías, actores (empresas y centros de innovación) y reformas (instituciones) que ayuden a la diversificación de la estructura productiva y a la generación de mayor valor añadido, tanto por la modernización de sectores tradicionales, el desarrollo de actividades económicas nuevas, la atracción de inversiones, o la búsqueda de nuevos mercados.
Requisito fundamental es que haya un adecuado entorno en el que se desenvuelven las empresas y que estén dadas las condiciones para su nacimiento, crecimiento, sostenibilidad y salida ordenada, cuando ello sea necesario.
Diversos aspectos
Entre los elementos de una política de desarrollo empresarial se destacan: la Política de Comercio Exterior, la Política de Financiación, la Política de Apoyo a las Mipymes, la Política de Incentivo a la Inversión, la Política de Formalización, la Política de Emprendimiento e Innovación y la Política de Infraestructura Logística y Regulación, entre otras.
Todo esto lo mencionamos a raíz de una propuesta en borrador del nuevo Gobierno de crear un nuevo ministerio (uno más), denominado Ministerio de Industria.
No parece una buena idea separar la industria del comercio, el interno y el externo: sin comercialización no tiene sentido la producción, dice el axioma. Mejor sería impulsar el desarrollo empresarial.
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