Uno de los indicadores macroeconómicos que sirve como antesala al dato del Producto Interno Bruto (PIB) es el Índice de Seguimiento a la Economía (ISE). En este, el
DANE da una idea del comportamiento de cada sector y a pesar de un arranque de año complicado por la economía, explicado en gran medida por los cierres y restricciones que se dieron en enero, febrero mostró una positiva senda de recuperación. Así lo dio a conocer el DANE, al revelar que en febrero el Indicador de Seguimiento de la Economía fue de -3,48%, luego de que en enero el dato fuera de -4,31%. En el análisis estadístico se observó que el comercio fue el responsable de aportar más puntos negativos a la caída, con -1,8 p.p. y una variación negativa anual de -8,7%. A este, le siguió el agro con una caída de 8,5% y un aporte en rojo a la cifra final de seguimiento a la economía de -1,1 p.p. Por otro lado, las actividades que mostraron un buen desempeño durante ese mes o que tuvieron un alza superior al promedio de 0,84%, fueron las inmobiliarias, la administración pública, la educación, la salud y las artísticas.
Comercio minorista y mayorista
Para febrero, el comercio minorista registró un buen resultado al exhibir una expansión. 7 de los 16 segmentos de este presentaron una expansión anual en su nivel de actividad productiva, sin embargo, 12 de los 16 mejoraron sus tasas de crecimiento entre enero y febrero. El rubro que explicó casi en su totalidad este registro positivo fue el de las ventas de equipo de informática y telecomunicaciones para uso de los hogares, con un crecimiento anual de 53,1%, que aportó 1,8 p.p. al avance total del sector. Esto se dio gracias al equipamiento tecnológico por parte de las familias ante el retorno gradual de los estudiantes de educación básica y secundaria a las escuelas. A esto se sumaron las ventas de artículos de ferretería, vidrios y pinturas (16,8%) y de vehículos automotores y motocicletas (5,9%), por cuenta de la reactivación del sector edificador y automotriz. Ahora bien, los rubros que mostraron un deterioro marcado fueron los de textiles y alimentos. En efecto, la venta de prendas de vestir (-10,8%), de calzado (-23,4%), de alimentos (-3,6%) y de bebidas no alcohólicas (-16,4%) fueron las que impidieron un mejor registro del comercio minorista como un todo. Asimismo, el resultado del comercio mayorista estuvo beneficiado por la distribución de maquinaria y equipo especializado, debido al mayor flujo de activos utilizados para las pruebas de COVID-19. A su vez, el grupo de computadores aportó positivamente. En terreno negativo, al igual que en las ventas minoristas, sigue siendo el sector textil el de más aporte ante el cambio de preferencia de consumo de los hogares. También te puede interesar
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