Recuperación aplazada
No fue bueno el arranque de año para los comerciantes. Nuestra encuesta revela que el 33 % de los consultados tuvo una caída en sus volúmenes de ventas respecto al mismo mes del año pasado, que también había mostrado un fuerte descenso.
El 20 % dijo que aumentaron y el 47 % señaló que fueron similares. “Enero fue un mes muy difícil. La demanda estuvo muy frenada, los compradores sienten mucho temor de endeudarse y ello se refleja en una pobre facturación”. Esta frase, de un ejecutivo de una importante cadena de almacenes, ilustra el ambiente que se vivió en el comienzo del año en los negocios.
Entre las categorías que no parecen levantar cabeza figuran los materiales de construcción y artículos para la remodelación del hogar, los vehículos, muebles y aparatos electrónicos. El sector de moda, como el vestuario y calzado, tuvo que apelar a agresivos descuentos para pasar el mes raspando.
Algunos distribuidores mayoristas reportan deterioro en la calidad de su cartera por el retraso de algunas cuentas por pagar de los detallistas, incluidos los tenderos, quienes sufren un deterioro en sus ventas y márgenes por el impacto del aumento en el impuesto a alimentos ultraprocesados y a bebidas azucaradas. En contraste, papelerías y librerías, así como el sector educativo, tuvieron un ligero mejoramiento en sus actividades gracias al regreso a clases.
En cuanto a las expectativas inmediatas, el 29% de los empresarios piensa que la situación mejorará, un 48% considera que las cosas seguirán igual que ahora y un 23% se declara abiertamente pesimista. En resumen, ha sido muy poco prometedor este comienzo de año para el comercio.
Evolución ventas y expectativas: