Hoy en día, con la problemática de la movilidad que imperan en Medellín y en el país, el preocupante deterioro del medio ambiente y hasta el sedentarismo, la bicicleta eléctrica se erige como una alternativa muy interesante y oportuna. En vista de lo anteriormente descrito, la empresa
Premac, que tiene como filosofía mejorar la calidad de vida de las personas y cuidar el medio ambiente, decidió crear en 2011 una línea de negocio denominada
Andantte, que a través de la venta y alquiler de bicicletas eléctricas busca impactar positivamente la vida de las personas y el medio ambiente. Hablamos con Andrés Echeverri, Gerente General de Premarc y principal impulsor de la marca Andantte, quien explicó todos los detalles acerca de este tipo de bicicletas, la razón de ser de la empresa y la importancia de estar afiliados a
Fenalco Antioquia.
Andrés, ¿qué es Andantte?
“Es una marca de la empresa Premac, que a través de las bicicletas eléctricas pretende mejorar 100% la calidad de vida de las personas a través de los desplazamientos. A través de nuestras bicicletas las personas no están contaminando, a la vez se están ejercitando sin realizar necesariamente una actividad extenuante, sin contaminar, y ahorrando dinero, porque al andar en la bici no están utilizando transporte público ni un vehículo privado”
¿Cómo surgió esta iniciativa y cómo ha sido su desarrollo y crecimiento?
“Yo he sido muy apasionado por el ciclismo toda la vida. En 2011 recorrí en bicicleta el camino de Santiago de Compostela, España, y de ahí viajé a Madrid, donde vi una bici eléctrica y era la gran novedad que estaba apareciendo en el mercado europeo. En Premac estamos muy orientados en la protección del medio ambiente y de la vida de las personas, involucrados en el tema industrial, en ese sentido queríamos aprovechar nuestro conocimiento en cuanto a la eficiencia energética y la preocupación por cuidar el medio ambiente, con la idea de tener algún impacto en la ciudad, buscar algún campo en el cual pudiésemos desempeñarnos ante la gran dificultad que había en ese entonces y que aún persiste, la movilidad, así como el problema de la contaminación”. “Nos pareció muy interesante implementar e innovar con el uso de la bicicleta eléctrica, como solución y a pesar de que tenemos presencia en todo el país, me pareció muy interesante aplicar esta iniciativa en Medellín, porque, a diferencia de Bogotá, es una ciudad que no es plana… Medellín está llena de colinitas en la zona plana y montañas en las laderas, andar en bicicleta no ha sido tan cómodo, hasta que aparecieron las bicis eléctricas”.
La gran oportunidad...
“En ese mismo 2011 viajé a un congreso de gas natural en Amsterdam, Holanda, y allí conocí una empresa que estaba promoviendo el uso de la bicicleta eléctrica, entonces detectamos esa oportunidad, presenté la idea ante la Junta Directiva de Premac, fue muy bien acogida y ahí comenzamos este camino, hicimos alianza con una empresa holandesa y empezamos a promover las ciclas de esa marca. Pero poco después un miembro de la Junta propuso que trabajáramos con una marca propia y no posicionar la marca de un tercero, ahí nació Andantte”. “En cuanto al crecimiento de la marca, al principio fue un poquito lento aunque muy bien recibido porque era un tema novedoso, en ese entonces en Colombia no se conocían estas bicis, prácticamente fuimos pioneros en la importación, una línea en la que luego fueron apareciendo competidores, empresas muy poderosas y reconocidas. Es un negocio que ha crecido año tras año hasta 2020, cuando apareció la pandemia, una situación que en lugar de estimular las ventas las detuvo totalmente. Pasamos un 2020 y 2021 muy quietos, no solo para nosotros sino también para las demás empresas del sector, y me atrevo a decir que recién ahora está apenas despegando nuevamente. La demanda de las bicis ha disminuido también por el mismo problema del Metro y de las empresas que se encargan de la movilidad y es que muchas personas no están acudiendo a sus lugares de trabajo. No estamos en un momento ideal, aún no nos acercamos a las ventas de 2019 pero lentamente nos estamos recuperando, avanzando hacia la dirección que queremos”.
Cuéntenos un poco acerca de la razón de ser de la empresa, Premac…
“Premac está muy metida en el sector industrial, trabajamos con empresas productoras, transportadoras y distribuidoras de gas natural, en la estructura manejamos algunas compañías petroleras, Ecopetrol es uno de nuestros principales clientes, trabajamos con todas las compañías distribuidoras de gas del país, siempre con el mismo concepto de negocio, que es proteger la vida de las personas y cuidar del medio ambiente, entonces todos los productos y servicios que ofrecemos van en esa dirección. La empresa la fundó e 1974 mi padre, Héctor Echeverri, y nos movemos principalmente con empresas del sector gas, de producción, pero muy orientados a la gran industria, de los sectores de alimentos, papel, cerámica, porcelana, vidrio… nosotros representamos a Rinnai, la marca de calentadores de agua más vendida en Japón y Estados Unidos, son equipos que fueron calificados por la revista Forbes como los mejores calificados en cuanto al calentamiento de agua. Son equipos mucho más eficientes, de larga vida, y eso se traduce en menores emisiones de carbono a la atmósfera, todo está ligado a la protección de las personas y del medio ambiente. Eso es lo que hacemos a grandes rasgos en Premac, aunque es un portafolio mucho más amplio”.
Retomando el tema central de la entrevista, ¿cómo funciona una bicicleta eléctrica y cómo es, por ejemplo, el tema de la recarga?
“Funciona exactamente de la misma manera que la bici convencional, son iguales, tienen los frenos iguales, los mismos cambios, todos los componentes son prácticamente idénticos. La diferencia sustancial consiste en que la eléctrica tiene un sistema que se compone de un motor, batería, un sistema electrónico que se encarga de avisarle a la bici que uno está tratando de pedalear, es decir, cuando en determinado momento el sistema electrónico detecta que debe ayudar a la persona, por eso también les decimos bicicletas de pedaleo asistido. No es que la cicla pedalee por uno, sino que se convierte en una ayuda, no es como una moto o un automotor, la bici necesita que uno esté pedaleando en todo momento. La persona es la que realiza el esfuerzo y el motor lo compensa cuando sea necesario. “La bici tiene una batería normal, es un poquito más grande que la de un computador o celular, el mismo tipo de batería y se carga de la misma forma, se conecta a un toma corriente. La batería, dependiendo del terreno, del peso de la persona y del estado de la cicla, puede ayudar en unos recorridos de entre dos y cuatro horas, dependiendo también de la bicicleta”.
¿Premac también fabrica las bicicletas?
“No, en este momento somos importadores de una marca propia, a través de estos casi once años hemos venido desarrollando diferentes modelos y adecuándolos a nuestras necesidades, porque es muy diferente una bicicleta en Holanda a una en Colombia, el motor allá es diferente al de acá, todo el tema de los cambios, los frenos, la topografía, el estado de las vías… hemos venido trabajando con varios proveedores, ajustando o haciendo desarrollos de los de los productos, que se adapten mejor a nuestra topografía. Todavía no fabricamos, tenemos facilidades para ensamblar las bicicletas, de hecho hacemos un ensamble parcial, no tenemos una demanda suficientemente grande, que soporte una fabricación local”.
¿Cuáles son las categorías de bicicletas que maneja Andantte?
“Cuando se habla de bicicletas eléctricas hay tres vertientes principalmente. Tenemos las bicis para usar en la ciudad, las todoterreno y las de ruta, en cada una se abre un abanico de posibilidades. Todos conocemos las características de las todoterreno y las de ruta, por ello voy a hacer énfasis en las urbanas, que básicamente se miden en dos tipos, las plegables y las rígidas. La plegable, tal y como lo dice su nombre, se puede doblar para que ocupe menos espacio, es muy práctica para aquella persona que subir su cicla al apartamento, la puede doblar para subirse con ella a un determinado transporte público, se compacta fácilmente y se puede ubicar en el baúl de un carro, subir por un ascensor, ubicarla al lado del escritorio en la oficina… esa es la gran ventaja de una bici plegable”. “La rígida, en cambio, no puede doblarse, generalmente las ruedas son más grandes, de esta forma ofrece más comodidad para pasar sobre obstáculos, es una bicicleta más estable, que tiene menos probabilidades de falla. En resumidas cuentas, son bicis que cumplen el mismo propósito, la diferencia es que unas se doblan y las otras no”.
¿Qué le diría usted a las personas que miran con recelo o escepticismo las bicicletas eléctricas, que aseguran que no pueden igualar o superar a la convencional?
“Yo fui ciclista convencional toda la vida, un apasionado por los pedales. Realmente, antes de intentar convencer a alguien, le diría que pruebe la bicicleta eléctrica y estoy seguro que inmediatamente cambiará su percepción, yo no encuentro ningún argumento para pensar que la bici convencional es mejor, ni siquiera para la práctica deportiva, porque en la eléctrica también se puede hacer perfectamente”. “Yo trato de acudir con frecuencia a una feria en Alemania, Euro Bikes, quizás la más importante en el tema de bicicletas en el mundo, cuando comencé a ir la presencia de ciclas eléctricas era mínima…. La última vez que fui había mucha más presencia de eléctricas que de convencionales. Asistí a una conferencia que dictó un señor llamado Gary Fisher, quien fue uno de los inventores de la bicicleta todoterreno y fundador de la reconocida marca Trek. En su conferencia, afirmaba que en muy poco tiempo todas las bicicletas serán asistidas, porque en diez años concebir que una bici no sea asistida, es como concebir actualmente que una bicicleta no tenga cambios”. “Recuerdo que la reacción cuando aparecieron los cambios fue exactamente la misma, es más, uno de los más grandes ciclistas de todos los tiempos, el belga Eddie Merckx, decía que los cambios eran para las niñitas, que los ciclistas de verdad montaban sin cambios, entonces a la larga va a ocurrir lo mismo con las bicicletas asistidas, es una evolución natural de una bici convencional”.
¿Qué tanto los ha sacudido todo este tema de la pandemia y qué enseñanzas o conclusiones les deja hasta ahora?
“Realmente en nuestra empresa, Premarc, participamos de otros sectores de la economía, que nos ha permitido pasar la pandemia y los meses posteriores sin ningún tipo de inconveniente, más allá de la merma en la venta de bicis. Tenemos otras líneas que se han movido, que han continuado la dinámica. El tema de las bicis eléctricas frente a la pandemia ha vivido una situación compleja y la enseñanza que personalmente creo que nos deja, es que es muy importante como empresa participar en los diferentes sectores. Nos deja también una enseñanza de gran humildad, estamos sujetos o nuestras vidas están determinadas muchas veces por factores que escapan a nuestra comprensión, como esta gran pandemia, entonces, además de esa lección de humildad, nos deja también hacia adentro la lección que debemos estar preparados de no depender de un único negocio y aunque suene mas fácil decirlo que hacerlo, es muy importante tener una reserva económica para las épocas en las cuales los negocios no van bien, de tal manera que uno no pueda pasar la tormenta sin grandes complicaciones”.
¿Desde hace cuánto se encuentran afiliados a Fenalco Antioquia y cómo ha sido la experiencia?
“Son muchos años, no sabría exactamente desde cuándo. La experiencia ha sido muy positiva, es un equipo de personas muy interesadas en el gremio como tal, se preocupa porque los empresarios tengamos la posibilidad de crecer con nuestras empresas, no solo a través de la representatividad sino también con algunas ayudas o apoyos que recibimos de
Fenalco a través de capacitaciones, son cosas que generan mucho valor”.
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